15 Cosas Desconocidas De La Testosterona

Si hiciéramos una encuesta preguntando qué es la testosterona, poca gente sería capaz de contestar algo más aparte de “la hormona masculina”. Y aunque no es una mala respuesta, se queda algo corta teniendo en cuenta la importancia que tiene la testosterona en nuestro cuerpo. Para evitar que ése sea tu caso, aquí te traigo algunas de las curiosidades menos conocidas sobre esta hormona sexual.



  1. Tanto hombres como mujeres producen testosterona. Los hombres en los testículos y las mujeres en los ovarios. Además, ambos sexos sintetizan la hormona en las glándulas adrenales (situadas encima de los riñones), aunque en cantidades mucho menores llegando sólo al 5% del total.

  2. La función de la testosterona más conocida está relacionada con el deseo sexual, sin embargo también cumple otras funciones como el desarrollo corporal durante la pubertad, el metabolismo de lípidos, la producción de células de la sangre o la formación de los huesos.

  3. Aunque normalmente se asocia la testosterona con la virilidad masculina, también puede aumentar la libido femenina uniéndose a algunos receptores del cerebro responsables de la actividad sexual. Además, algunos estudios concluyen que cuando las mujeres tienen niveles elevados de testosterona se masturban más, tienen comportamientos más arriesgados y son más egoístas.

  4. Es cierto que los hombres tienen mucha más testosterona libre que las mujeres. En concreto una mujer tiene entre 12 y 16 veces menos testosterona que un hombre.

  5. Como todas las hormonas sexuales, la testosterona evolucionó hace 500 años a partir del estrógeno, que a día de hoy se conoce como la hormona femenina por excelencia. En este caso, los hombres también producen estrógeno regularmente.

  6. La testosterona baja con la edad, más del 10% de los hombres tienen niveles bajos a los 50 años, llegando hasta el 50% en hombres con más de 80 años. Sin embargo, se está empezando a considerar esta disminución como algo fuera de lo normal y más relacionado con un cuadro patológico.

  7. Lo que no baja es la demanda de testosterona. En 2010, 1.3 millones de pacientes en Estados Unidos recibieron prescripción para aumentar testosterona. Este número creció hasta los 2.3 millones solo 3 años más tarde. En general se usa el tratamiento para ayudar al mantenimiento de los huesos y músculos así como para aumentar la producción de glóbulos blancos. También es administrada regularmente a hombres transexuales en su terapia de reemplazo hormonal.

  8. Sin embargo, existe cierta polémica alrededor de los tratamientos con testosterona, ya que hay estudios que apuntan a un incremento de las enfermedades cardiovasculares entre los hombres que han tenido un tratamiento con esta hormona.

  9. Otros estudios parecen apuntar a que los hombres de más de 40 años con testosterona baja tienen una tasa de mortalidad un 68% mayor. Sin embargo, es complicado averiguar si la testosterona baja está provocada por otro trastorno que es el que estaría relacionado directamente con una mayor mortalidad.

  10. La obesidad también está relacionada con la disminución de los niveles de testosterona. A medida que aumenta la grasa corporal, la testosterona se convierte en un estrógeno conocido como estradiol que además se encarga de inhibir la producción de la propia testosterona.

  11. La hormona fue aislada por primera vez en 1935 por el médico alemán Ernst Laqueur, después de que hubiera sido identificada otra hormona masculina, la androsterona. El investigador, además de ayudar a conocer mejor qué es la testosterona, su estructura y sus mecanismos de acción, también fue uno de los primeros científicos involucrados en la producción industrial de insulina.

  12. Hoy en día hay más de 30 tipos de esteroides anabólicos sintéticos que mimetizan la estructura de la testosterona. Se usan principalmente para aumentar testosterona y promover el crecimiento muscular. A diferencia de la testosterona natural, tardan más en degradarse y pueden causar problemas hepáticos si se utilizan en exceso.

  13. Se conoce cierta correlación entre un comportamiento agresivo y los niveles de testosterona, aunque algunos científicos claman que no hay pruebas suficientes que demuestren una causa-efecto. Otros estudios hablan de una dependencia de la edad para poder sacar conclusiones, siendo sólo los 12 y 13 años edades en las que la agresividad está relacionada con la hormona masculina.

  14. La testosterona está presente en los mamíferos, los reptiles y las aves. Estudios realizados en animales sí demuestran una correlación mucho más significante entre la agresividad y la testosterona libre.

  15. El impacto y las proporciones de testosterona libre varían enormemente según la especie animal. En las ratas se empieza a producir después del nacimiento, mientras que en humanos la función de la testosterona se desarrolla a partir de las cuatro semanas de gestación.