Comienza una nueva era con las ondas gravitacionales en agujeros negros

El Observatorio de ondas Gravitacionales (LIGO, por las siglas de Advanced Laser Interferometer Gravitational-Wave Observatory) se creó con el fin de confirmar la existencia de las ondas gravitacionales que fueron anunciadas en la teoría de la relatividad de Albert Einsten, hace aproximadamente 100 años.


Una onda gravitacional es un fenómeno físico que representa una perturbación del espacio-tiempo que se propaga en todo el universo. Son ocasionadas por fenómenos más violentos que se dan en el cosmos, tales como colisiones o fusiones de estrellas masivas.


El 11 de febrero de 2016 se presentó al público la primera observación directa de una onda gravitacional. Este hallazgo se hizo mediante detectores LIGO gemelos, uno en Livingston, Louisiana, y el otro en Hanford, Washington, que permitieron a los investigadores medir las ondulaciones en el espacio-tiempo producidas por una colisión entre dos agujeros negros. Estos lectores, constituyen uno de los instrumentos más sensibles a la luz de los últimos tiempos.


En la mencionada observación, se detectó por primera vez la fusión de dos agujeros negros. Las ondas gravitacionales detectadas en 2015 fueron producidas en la última fracción de segundo de la fusión, lo que produjo un solo agujero más masivo en rotación.


Ese anuncio adquiere importancia en la medida en que reivindica la predicción de las ondas gravitacionales. Las ondas gravitacionales son comparadas con el sonido, e incluso son convertidas en fragmentos de sonido, pues los telescopios de estas ondas permiten a los científicos oír fenómenos a la vez que los telescopios basados en la luz los observan. La señal que pudo ser observada por LIGO es auditiva, algo nunca antes dado.


Pero lo realmente revolucionario de este descubrimiento es que se marca el inicio de una nueva era para la astronomía, permitiendo observar el universo a través de las ondas gravitacionales.


Igualmente, con este descubrimiento es posible confirmar que los agujeros negros si existen. Aunque los astrónomos tenían evidencias de estos fenómenos, es la primera vez en la historia que se hace a partir de los mismos agujeros negros, siendo una evidencia asombrosa para muchos científicos que sólo los daban por sentado por modelos matemáticos o simulaciones.


Es importante mencionar que los dos detectores de LIGO en Estados Unidos, no son suficientes para hacer una triangulación de la señal observada. Si varios detectores de ondas gravitacionales en todo el mundo detectaran señales de la misma fusión de una estrella de neutrones, se podría hacer una estimación del volumen absoluto de la señal y a qué distancia de produjo la fusión, así como la dirección en la que vino.


Es sin duda un gran descubrimiento para la astronomía, pues por primera vez se detectaron directamente las ondas gravitacionales, observadas sólo de manera indirecta por años, y se pudo descubrir a los agujeros negros y observarlos, lo que permitirá entender una parte del complejo comportamiento del cosmos.


Otros países han desarrollado proyectos similares como es el caso de VIRGO (Italia), TAMA (Japón) y GEO (Alemania). Con este descubrimiento es posible que LIGO y estos proyectos arrojen más resultados sorprendentes que permitan conocer más sobre las ondas gravitacionales y la información que ellas contienen acerca de sus orígenes dramáticos y la naturaleza de la gravedad.


Referencias


SCIENTIFIC AMERICAN, Gravitational Waves: 6 Cosmic Questions They Can Tackle. Disponible en: http://www.scientificamerican.com/article/gravitational-waves-6-cosmic-questions-they-can-tackle/


PÚBLICO, La fusión de dos agujeros negros produjo la onda gravitacional descubierta por el LIGO. Disponible en:


http://www.publico.es/ciencias/fusion-agujeros-negros-produjo-onda.html