Conoce estos casos sobre una misteriosa señal

Habrás escuchado la noticia sobre alguna misteriosa señal de radio que viene desde el espacio exterior. No importa en qué momento estés leyendo esto, estas señales de radio espaciales siempre se hacen lugar en las noticias. Cada seis meses, el mundo siente una ligera emoción cuando se reportan hechos de naturaleza inexplicable que son captados con telescopios o sondas.


Una fuerte señal de una estrella similar al sol. Un patrón repetido que parece demasiado exacto para ser natural. Sonidos de origen desconocido.


En el espacio hay un millón de cosas que podrían crear esas señales, pero, ¿no sería esta la evidencia que necesitamos para responder a una de las preguntas que el ser humano se ha hecho constantemente? ¿Hay vida en el espacio?


No hay astrónomo que quiera apresurarse a decir que encontró alienígenas, pero al mismo tiempo hay quienes tienen el deseo de dejar su huella en la historia. Así que, con cada señal misteriosa en el espacio se da por hecho de que es algo natural pero no se descarta el que pueda haber vida en el espacio.


Pulsares


A finales de los años 60, la astrofísica Jocelyn Bell Burnell trabajaba con su consejero, Antony Hewish, con un nuevo radiotelescopio cerca de Cambridge, Inglaterra. Después de escanear un sector particular en el cielo, captaron una señal misteriosa proveniente del espacio. Una fuente en el cielo estaba enviando ráfagas repetidas y frecuentes, separadas precisamente por 1.33 segundos.


La señal era regular y muy exacta. Nombraron su fuente «LGM» (pequeños hombres verdes). Ellos no creyeron haber hallado una avanzada civilización alienígena, pero uno nunca sabe.


La teoría de los LGM fue perdiendo fuerza cuando encontraron múltiples fuentes. Las señales no fueron emitidas por pequeños hombres verdes, sino por pequeñas estrellas de neutrones blancas, envueltas en campos magnéticos fuertes, emitiendo chorros de radiación en el espacio como si fuese un faro. Hoy lo conocemos como pulsares.


Wow!


En 1977, el astrónomo Jerry Ehman utilizaba el «Big Ear», un radiotelescopio operado por la Ohio State University. Habiendo cumplido con su misión científica, el telescopio fue dedicado a las observaciones de SETI (búsqueda de inteligencia extraterrestre). Una noche, una inmensa y misteriosa señal continua y luminosa apareció en el campo de visión del telescopio.


Durante 72 segundos, la fuente emitió gritos en el Big Ear a una frecuencia peculiar de 1.420 MHz, la misma en la que que el hidrógeno neutro emite de forma natural a través de una transición spin-flip de su electrón. Era una frecuencia inconfundible, una tarjeta de llamada cosmológica


Ehman estaba tan sorprendido con la señal que escribió “Wow!” en la versión impresa del escaneo del telescopio. Desafortunadamente ningún otro telescopio captó la señal y nunca más se supo de ella.


Peryton


En 1998, el radiotelescopio de Parkes, en Australia, empezó a captar una misteriosa señal. Unos pequeños chirridos cambiaban ocasionalmente de una frecuencia a otra en cuestión de milisegundos, viniendo aparentemente de la nada. Estos fueron llamados Perytons, y desconcertó a los astrónomos y operadores del mundo por décadas.


Eso fue hasta el 2015, cuando una estudiante graduada de nombre Emily Petroff y sus colaboradores encontraron el origen de estas señales, y no era más que el microondas del centro de visitantes. La explicación dada fue que ese microondas en particular no se apagaba tan rápido como debía y filtraba un poco de radiación que era recogida por el telescopio.


Los alienígenas nunca son la respuesta


En los casos presentados la especulación puede superar la evidencia. No necesariamente por los astrónomos involucrados, sino por las discusiones que se dan sobre las detecciones.


El público está preparado para las transmisiones extraterrestres: Nos comunicamos con la radio, y si el Instituto SETI u otros grupos toman una extraña señal de radio, pensamos que pueden ser alienígenas tratando de hablar con nosotros.


La cuestión es que, las hipótesis de que los extraterrestres están enviando una misteriosa señal de radio casi siempre son inútiles, porque las criaturas inteligentes pueden crear casi cualquier señal que quieran.


Cuando una explicación astrofísica no es muy convincente, tiende a haber una tentación de preguntarse si los alienígenas están detrás de ella. No podemos descartarlos totalmente porque los actores inteligentes son capaces de casi cualquier cosa. No podemos excluirlo por lo que es una posición científicamente inútil.


A los astrónomos les gusta sus radiotelescopios porque obtienen ciencia útil, pero siempre hay fenómenos inexplicables en el universo. Es por eso que ellos tienen trabajo que hacer, pues hay muchas cosas que simplemente no entendemos. Señales misteriosas, características, observaciones. El universo que nos rodea es infinitamente grande.