Una Posible Cura para la Diabetes
En San Antonio, Texas (EE.UU.), un equipo de científicos lograron desarrollar lo que podría ser la cura definitiva para pacientes de diabetes tipo 1. Asimismo, los del tipo 2 estarían frente a una solución que les permitiría dejar atrás las inyecciones de insulina. El hallazgo, realizado por la Universidad de Texas Health Science Center, en la sede de San Antonio, promete aumentar los tipos de células pancreáticas que secretan insulina.
Los investigadores tienen como meta realizar ensayos clínicos en seres humanos dentro de tres años. No obstante, primero deberán hacer pruebas en animales de mayor tamaño, lo cual supondrá un coste de 5 millones de dólares. Los estudios deberán pasar primero por el programa Investigational New Drug (IND) de la Administración de Alimentos y Drogas de Estados Unidos (FDA) para ser aprobados, dijo el Dr. Bruno Doiron, co-desarrollador de la nueva terapia médica.
Los nuevos tratamientos pasan por rigurosas pruebas de control. Foto: Pixabay.com
En enero del presente año los científicos recibieron una patente estadounidense, y la Universidad de Texas Health Science Center sólo está a la espera de alguna compañía para comenzar su comercialización.
El método ha curado la diabetes en ratones. “Funcionó perfectamente”, expresó el Dr. Doiron. “Hemos estado curando ratones durante un año, sin que experimentasen efectos secundarios. No obstante, hay que ser precavidos, ya que sólo se ha tratado una única especie de roedores. Queremos aplicar el tratamiento en animales de mayor tamaño, cuya fisiología de sistema endocrino sea más parecida a la nuestra”.
“El páncreas posee muchos tipos de células, no solamente las beta, nuestra estrategia busca alterar otras enzimas para que secreten insulina en respuesta a la glucosa. Es, básicamente, lo mismo que hacen las células beta”. Expuso Ralph DeFronzo, profesor de medicina y jefe de la División de Diabetes en la Universidad de Texas Health Science Center, de San Antonio.
La insulina, encargada de controlar los niveles de azúcar en la sangre, es producida únicamente por las células beta. En los pacientes con diabetes tipo 1 las células beta son destruidas por el sistema inmunológico, haciendo que el individuo carezca de ésta hormona. Por su parte, en los pacientes de diabetes tipo 2, las células beta fallan y la insulina disminuye. A su vez, en el caso de estos últimos, el cuerpo no hace uso eficiente de la misma.
El procedimiento consiste en una técnica denominada transferencia de genes. Un virus es utilizado como vehículo para introducir genes seleccionados, en el páncreas. Estos genes se incorporan a las enzimas digestivas, y otros tipos de células, para generar insulina.
La transferencia de genes, usando un vehículo viral, ha sido probada casi 50 veces por la Administración de Alimentos y Drogas de Estados Unidos, en el tratamiento de diversas enfermedades, mencionó el Dr. DeFronzo. Se ha empleado para el tratamiento de enfermedades raras en niños.
A diferencia de las células beta, que son atacadas por el sistema inmunitario del individuo en la diabetes tipo 1, las nuevas enzimas coexisten sin ningún problema en el organismo.
“Si un diabético tipo 1 ha vivido con estas células durante 30, 40 o 50 años, y lo único que logramos es que secreten insulina, entonces se espera que no hayan respuestas adversas en el futuro”, enfatizó el Dr. DeFronzo.
Reposición de la Insulina en el Organismo
La terapia regula de forma eficiente el azúcar en la sangre de los ratones. Esto podría representar un gran avance en comparación con la insulinoterapia, así como con otros medicamentos que combaten la diabetes.
Con el nuevo tratamiento los pacientes podrían decir adiós a los fármacos. Foto: Pixabay.com
“El único problema que tenemos en los casos de diabetes tipo 1, es la hipoglucemia (bajos niveles de azúcar en la sangre)”, dijo el Dr. Doiron. “La transferencia de genes que hacemos es considerable, ya que las enzimas coindicen con las características de las células beta. Es decir, la insulina sólo se libera en respuesta a la glucosa”.
Únicamente cuando han perdido un 80% de sus células beta, es que las personas comienzan a mostrar síntomas de diabetes, señaló el Dr. Doiron. “No es necesario replicar la función de todas las células beta, basta con restaurar un 20% de las mismas, para curar pacientes de diabetes tipo 1”.