El telescopio espacial ‘Corot’, de la Agencia Espacial Europea, ha divisado un nuevo planeta al pasar delante de una estrella lejana. Se trata de un cuerpo de elevada temperatura y más grande que Júpiter, que ha sido llamado ‘Corot-exo-1b’ y que se encuentra a 1.500 años luz, en la constelación de Monoceros.
Éste es el primer éxito científico de la misión espacial francesa, que fue lanzada el pasado 27 de diciembre y que tiene como objetivo buscar planetas similares a la Tierra.
El satélite ha obtenido la curva de luz de una estrella parecida al Sol con sorprendente eficacia. Estos resultados, que superan ampliamente las previsiones, indican que ‘Corot’ será capaz de detectar planetas de tipo rocoso e incluso proveer información sobre su composición química.
‘Corot’, cuyas siglas corresponden a Convección, Rotación y Tránsitos, es un telescopio capaz de medir la variación del brillo de decenas de miles de estrellas con una precisión nunca alcanzada y cumple con un doble objetivo: estudiar el interior de las estrellas y detectar planetas de tipo terrestre a su alrededor.
Según los responsables de la misión, los sistemas de abordo están trabajando al menos tan bien como lo inicialmente previsto y, en ciertos casos, significativamente mejor, lo que tendrá un enorme impacto en los resultados de la misión.Aunque la evaluación sistemática y científica de los datos tomará aún cierto tiempo, se pueden presentar algunos resultados preliminares que demuestran la calidad excepcional de este instrumento: los datos del primer exoplaneta descubierto por ‘Corot’ (CoRoT-Exo-1b) tienen un error de sólo cinco partes en cien mil en una hora de observación.
Esto implica que pequeños planetas, análogos a la Tierra, podrán ser detectables por el satélite, así como las variaciones de la luz estelar reflejada por el planeta (dependiendo de su reflectancia), pudiéndose dar, en esos casos, indicaciones de su composición química.
El método empleado por el satélite en su búsqueda de planetas es el de los sí se puede medir la pequeña disminución en el brillo de la estrella que los tránsitos ocasionan.
El método de detección empleado hasta ahora sólo permitía el hallazgo de planetas gigantes de carácter gaseoso pero se espera que, aunque la búsqueda de planetas no constituye el objetivo primero de la misión, las observaciones fotométricas de ‘Corot’ prueben la existencia de planetas terrestres fuera del Sistema Solar.